Tu cuñado se quedó en Amberes. Tú desayunas bajo el sol los 300 días del año

Descripción

Tu cuñado se quedó en Amberes. Tú desayunas bajo el sol los 300 días del año

El mármol aún está fresco, pero el café ya huele a gloria.

Tu mujer sale a la terraza con las gafas de sol, y tú te ríes porque no son ni las 9 de la mañana y ya hace más calor que en julio en Ostende.

Y entonces lo piensas:
Esto no es una casa. Es la medalla por todos los años que curraste como un animal.

Aquí nadie mira el reloj.
Aquí lo que se mira es si toca piscina o solárium.
Si abrir un vino o una cerveza.
Si vienen los nietos o tus amigos de Bruselas.

Y que vengan, porque espacio hay de sobra.

Dos dormitorios grandes, dos baños, salón con cocina abierta y ese jardín que grita: aquí se hace una barbacoa ya.

Si quieres jacuzzi, lo tienes. Si quieres piscina privada, también.

El coche duerme bajo techo y tú, entre sábanas frescas.

Aire acondicionado por conductos, suelo radiante en los baños y una eficiencia energética de esas que te hacen sentir listo y ecológico al mismo tiempo.

¿Privacidad? Toda.
¿Vistas? Te vas a hartar.
¿Ruido? Solo el de los hielos al caer en la copa.

Estás a dos pasos del mar, de los restaurantes, del golf, de las risas.
Pero al cerrar la puerta, solo estás tú y el silencio de tu nuevo lujo: vivir bien sin pedir permiso.

No se trata de comprar una villa.
Se trata de vivir como te prometiste cuando todo era trabajo y lunes sin sol.

📞 Llámame. Te la enseño sin corbata, pero con ganas.

El precio indicado no incluye gastos adicionales relacionados con la compraventa, como impuestos, gastos notariales, de registro ni los servicios de intermediación inmobiliaria. Para más información, consulte con la agencia.

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Extras