España toma la delantera
España ha dado un golpe sobre la mesa en el panorama hotelero europeo. Por primera vez en la historia reciente, ha superado a Reino Unido y Francia como el país que más inversión hotelera ha recibido en Europa durante 2025.
Según el informe de Cushman & Wakefield – Hotel Investment Report 2025 , el volumen alcanzó 2.100 millones de euros, un 29 % más que el año anterior.
Este dato no solo refleja la fortaleza del turismo español, sino también la confianza internacional en el sector hotelero del país. En un contexto global marcado por la inflación, los costes financieros y la inestabilidad geopolítica, España se ha convertido en el refugio preferido para los grandes inversores.

¿Por qué España ha superado a Reino Unido y Francia?
El liderazgo de España no es fruto del azar. Es el resultado de una combinación de factores estructurales, operativos y estratégicos que colocan al país en el punto de mira del capital internacional.
1. Turismo récord y demanda sólida
España se encamina a cerrar 2025 con más de 98 millones de visitantes internacionales, superando incluso las cifras prepandemia.
Las pernoctaciones hoteleras, el gasto medio por turista y los ingresos por habitación disponible (RevPAR) se han disparado en destinos como Canarias, Baleares, Costa del Sol o Barcelona.
Los inversores saben que el turismo español no es una moda: es un motor económico estable y en constante evolución hacia segmentos de mayor calidad.
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2. Rentabilidad y precios competitivos
Mientras que los activos hoteleros en Londres o París tienen precios muy elevados y márgenes más estrechos, España ofrece un equilibrio ideal entre rentabilidad y coste de adquisición.
Los destinos españoles aún presentan oportunidades de “value add”: hoteles con potencial de reforma, reposicionamiento o cambio de operador.
3. Operaciones que mueven el mercado
El primer semestre de 2025 ya marcaba récords: 1.766 millones de euros invertidos, un 20 % más interanual.
La operación más destacada fue la compra del Mare Nostrum Resort (Tenerife) por 430 millones de euros, representando casi una cuarta parte del total.
También destacaron la venta del hotel Barceló Raval (Barcelona) por 70 millones y la alianza Banca March – Meliá, con inversiones superiores a 190 millones en Canarias y Baleares.
Cada uno de estos movimientos confirma la tendencia: España está en el centro del radar inversor mundial.
4. Capital internacional e institucional
Fondos como Blackstone, Brookfield o Azora continúan apostando fuerte.
Blackstone, por ejemplo, prepara la desinversión o salida a Bolsa de su plataforma HIP (Hotel Investment Partners), valorada en más de 6.500 millones de euros y con 71 hoteles en cartera.
El interés institucional no es solo financiero: muchas operaciones se centran en sostenibilidad, digitalización y reconversión energética.
5. El efecto “reposición”
Gran parte del parque hotelero español fue construido en los años 80 y 90.
Eso significa que muchos activos necesitan actualización. Para los fondos, esto representa una oportunidad: comprar, renovar y aumentar el valor.
En Reino Unido o Francia, en cambio, la mayoría de los hoteles prime ya están modernizados, lo que deja menos margen de revalorización.
El mapa de la inversión hotelera en 2025
El 63 % del capital invertido en España se concentró en el segmento vacacional, con Canarias, Baleares y la Costa del Sol como líderes.
Las operaciones urbanas —Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga— suman el 37 % restante, impulsadas por turismo de negocios, ferias y eventos.
Top destinos por volumen de inversión:
- Canarias – 780 M€
- Baleares – 460 M€
- Madrid – 340 M€
- Costa del Sol – 280 M€
- Barcelona – 220 M€
Esta distribución muestra una estrategia clara: los inversores priorizan zonas turísticas consolidadas con conectividad internacional, buena estacionalidad y capacidad de reposicionamiento.
España, un “valor refugio” en tiempos inciertos
Los inversores no solo buscan rentabilidad. También buscan estabilidad.
Frente a un contexto global de tipos altos, incertidumbre política o conflictos, España ofrece un equilibrio atractivo:
- Un mercado turístico diversificado y resiliente.
- Infraestructuras de primer nivel.
- Mano de obra especializada.
- Marco legal relativamente estable.
- Y, sobre todo, una marca país potente en turismo y hospitalidad.
La seguridad jurídica, la moneda común y la conectividad aérea también pesan.
No es casualidad que España haya atraído en 2025 a fondos europeos, estadounidenses y asiáticos que antes destinaban su capital al Reino Unido.
Lo que hay detrás del “boom” de la inversión hotelera
El auge de la inversión hotelera también se nutre de dos corrientes paralelas:
1. Revalorización del turismo de calidad
El modelo turístico español está evolucionando.
Menos turismo de masas, más turismo premium, sostenible y experiencial.
Los hoteles que ofrecen autenticidad, gastronomía local, bienestar o diseño diferencial atraen no solo clientes, sino también capital dispuesto a pagar más por activos de alto valor.
2. Transición verde y digital
Los fondos institucionales priorizan activos que cumplan criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Los hoteles con certificaciones sostenibles, eficiencia energética y automatización son los más codiciados.
Esta tendencia está impulsando reformas profundas en el sector, generando empleo y transformando destinos enteros.
Comparativa europea de inversión hotelera: ¿por qué otros mercados han cedido terreno?
- Reino Unido: la incertidumbre post-Brexit, la inflación y los costes laborales altos han frenado nuevas operaciones.
- Francia: París sigue siendo un destino potente, pero el mercado está saturado y con escasez de producto prime disponible.
- Italia: crece en lujo, pero aún sufre lentitud administrativa y falta de transparencia en procesos.
España, en cambio, combina rendimiento, liquidez y pipeline de proyectos, situándose como el “sweet spot” europeo.
El papel del crédito: banca e inversores alineados
La financiación también ha ayudado.
CaixaBank, líder del sector, incrementó un 45 % el crédito hotelero en 2025, especialmente en proyectos de sostenibilidad, rehabilitación y expansión internacional.
Este apoyo bancario ofrece oxígeno a promotores y cadenas que buscan crecer sin depender únicamente de fondos extranjeros.
Los retos del liderazgo
Convertirse en el número uno en inversión hotelera también implica desafíos.
Los principales riesgos que el sector debe gestionar son:
- Presión sobre costes operativos: energía, personal y mantenimiento.
- Competencia entre destinos: riesgo de saturación en zonas costeras.
- Subida de tipos: encarece la financiación de nuevas operaciones.
- Regulación local: permisos, sostenibilidad y límites urbanísticos.
- Impacto social: equilibrio entre desarrollo turístico y calidad de vida local.
El reto ahora no es atraer más capital, sino gestionar bien ese capital para garantizar un crecimiento sostenible y equilibrado.
Escenarios futuros: 2026–2027
Escenario 1: Consolidación sostenible
España mantiene su liderazgo, con un crecimiento anual moderado.
Las inversiones se centran en renovación y sostenibilidad, no en volumen.
Escenario 2: Expansión hacia el interior
Ciudades como Sevilla, Córdoba, Granada o Valencia ganan protagonismo gracias al turismo cultural y de congresos.
Escenario 3: Auge del segmento lifestyle
El turismo experiencial, el wellness y los hoteles boutique siguen creciendo.
Los fondos buscan conceptos diferenciales más allá del lujo tradicional.
Escenario 4: Corrección parcial
Si los costes financieros siguen altos, podría haber una ligera desaceleración de operaciones en 2026, aunque sin riesgo sistémico.
Conclusión: un liderazgo con fundamentos sólidos
España ha conseguido lo que parecía improbable hace una década: convertirse en el epicentro europeo de la inversión hotelera.
No ha sido suerte, sino el resultado de una industria madura, operadores innovadores y una visión compartida entre sector público y privado.
Las cifras impresionan, pero lo más importante es lo que representan: confianza, estabilidad y futuro.
España ya no solo es el país del sol y la playa. Es el país donde el turismo se convierte en motor de innovación, empleo y atracción de capital global.